La transparencia del minimalismo.

Como cada miercoles toca hablar de viviendas unifamiliares, esta vez sacamos a la luz (y nunca mejor dicho) una vivienda de Sanaa de 2010 en Kanagawa (Japón). Este proyecto surge a raíz de la necesidad de una segunda residencia de verano para una pareja. El entorno se caracteriza por sus vistas y la proximidad al mar.

La planta baja queda envuelta por una fachada de vidrio con un suelo pavimentado que se extiende hasta el jardín, vinculando así los espacios interior y exterior de forma natural, como los "doma" japoneses.

En la planta primera en la que el cerramiento opaco da privacidad situan dormitorio y baños a la vez que dan acceso a una cubierta vegetal donde las vistas y el arte japones se unen con el minimalismo.
