Cómo elegir el suelo perfecto.
Fotografías vía Pinterest.
En un espacio hay varios elementos que son clave para obtener un buen resultado final, entre ellos está el tipo de solado. No es fácil dar con una elección acertada, por ello hoy hablamos de los factores a tener en cuenta, errores comunes a evitar y los tipos de suelos que recomendamos.
Las dos primeras elecciones importantes, a priori ajenas al suelo, son:
- tener clara la gama cromática que va a seguir ese espacio (esto es crucial para conseguir una estancia con encanto y homogénea) .
Por ejemplo, en este caso, vamos a elegir una en tonos neutros con azules grisáceos, que dotarán al espacio de luminosidad y sensación de tranquilidad.

- definir el estilo del espacio (clásico, nórdico, vintage, etc...)
Siguiendo con la paleta cromática elegida, ejemplo de estilo vintage minimalista.

Otro ejemplo continuando con la paleta de colores elegida, espacio de estilo nórdico.

Una vez tenemos claro estos factores generales, podemos adentrarnos en la elección del suelo. Para ello tenemos que hacernos una serie de preguntas:
¿Cuál es la base sobre la que se instalará el suelo? Hay que saber si es una superficie nivelada, porosa o húmeda. Por ejemplo, la piedra y la cerámica solo pueden instalarse en suelos con base de obra, nunca sobre uno ya instalado.
¿Cuánta luz recibirá y tamaño de la estancia? Los espacios poco iluminados o pequeños requieren de colores claros y superficies que reflejen la luz. A una estancia pequeña, por ejemplo, le convendría una madera en tono claro no mate. A un baño pequeño y con poca luz, una cerámica viva y pulida. Un error muy común es elegir un suelo guiándonos de una foto de inspiración que hemos visto y nos ha encantado ¡Error! Un ejemplo puede ser esta foto, el suelo llama mucho la atención, es oscuro y en acabado mate, en conjunto la estancia es muy estética. Pero fijémonos en lo siguiente, el salón es muy amplio, con un techo que se adivina bastante alto, y muchísima luz natural con 5 ventanales. En definitiva, al buscar ejemplos de inspiración tenemos que ser conscientes de si se asemeja o no a las condiciones con las que nosotros contamos. En general, este tipo de suelos oscuros y mate sólo se utilizan en estancias con estas características.

¿Es difícil instalarlo? Cuanta más obra requiera y más tiempo se tarde, más costoso será el suelo y, además, más complicada y cara su renovación. Colocar un revestimiento sintético es sencillo y económico, al igual que la tarima flotante, que es fácil de montar incluso por uno mismo, no así las baldosas.
¿Qué temperatura y humedad deberá soportar? Ésto es importante en solados exteriores o por el contrario en suelos interiores que lleven debajo la instalación de calefacción radiante, para lo que se tendrá que contar con madera específica y preparada.
Incluso teniendo ya bastante definidas nuestras necesidades, nos queda un último paso en esta elección y para ello es importante conocer las ventajas y desventajas que aporta cada tipo de suelo.
Maderas. Si hablamos de tarima flotante o suelos laminados debemos saber que es un grupo amplio en el que existen diferentes tipos y calidades. Los más comunes son de material sintético, cuya última capa tiene impresa una imagen que imita a la madera. Su precio es bastante económico y se pueden conseguir en una amplia variedad de colores y texturas, no precisa de mantenimiento alguno, su instalación es sencilla y rápida sobre cualquier suelo antiguo que esté nivelado.
Ejemplos


Dentro del parquet, también encontramos diferentes tipos y calidades: de madera natural, sintéticos (los más baratos), etc. El más común es el de madera natural, son elementos de tres capas de madera pegadas, aunque la tablilla también puede ser de una sola capa maciza. Éstas piezas tienen unos 14mm de espesor, en los que 3-4mm deben ser de madera maciza natural, fundamental para que se pueda acuchillar (al menos unas 2 ó 3 veces, dependiendo del uso que haya tenido con el tiempo). Los suelos de parqué pueden instalarse encolando cada tablilla al piso, o bien según el método flotante. En el primer caso, las tablas de madera van pegadas al suelo, siendo su instalación mucho más lenta, pero de mejor calidad. El parquet flotante es más conocido y económico y se instala con comodidad sobre una lámina de espuma de polietileno.


Cerámicas. Son el material predilecto para zonas húmedas, por su facilidad de limpieza, su gran solidez, resistencia a los cambios de temperatura, a la humedad y al vapor .Tienen infinidad de acabados, desde imitación de madera, con texturas, suelos rústicos,...
Pero nuestros favoritos son las baldosas hidráulicas, tan en tendencia últimamente, ahí van algunos ejemplos.



Por supuesto, hay más tipos de suelos dónde elegir como:
- Cementos y hormigón (de obra). De ellos hablaremos la semana que viene.
- Piedras, como el mármol, el granito, etc..
- Revestimientos sintéticos y vinilos, perfectos cuando quieres darle un nuevo aspecto a tu suelo de una manera fácil y económica.
- Moqueta, nosotros no la recomendamos ya que es un foco de polvo y suciedad, aunque en países de habla inglesa es un material muy popular.
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